10 may 2023

TolRato

María nunca olvidará la primera vez que vio a Saúl. Entró en su trabajo, con el casco de la moto aún puesto, solo se le veían los ojos, unos ojos profundos y risueños, que dejaba adivinar una sonrisa. Se saludaron con un hola un poco extraño, María no sabía quién era aquél muchacho misterioso que llegó de pronto, pero cuando se quitó el casco y vio aquella sonrisa que se intuía... En ese momento le pareció la sonrisa más bonita sobre la faz de la tierra. Pronto descubrió que aquél muchacho de ojos profundos y sonrisa perfecta, era mucho más. Era encantador, trabajador, dispuesto, solidario... 
A María le corría un nerviosismo por el cuerpo cada vez que le veía, que para ella era nuevo. Con el paso de las semanas, la complicidad entre los dos fue creciendo, los abrazos, los dos besos de rigor cada vez que se veian, las sonrisas, el conocerse más y más y descubrir que tenían muchas cosas en común. 
Aunque María se moría por besar aquellos labios carnosos, nunca se atrevió a nada, no queria acabar con aquella amistad, y aunque el muchacho era muy amable y cariñoso, nunca hubo indicios de nada más. 
Una tarde lo llevó a casa, Saúl no se encontraba bien y ella insistió en llevarle, sin ninguna pretensión, simplemente el ser amable y poder estar un rato con él. El camino fue un rato más de complicidad, de charlas algo más íntimas y profundas. 
Llegó un día en el que Saúl anunció que el dia siguiente iba a ser especial, vendría con unos amigos a rodar. Era el día libre de María, y le invitó a acercarse si queria. ¡Claro que quería! Podía ser maravilloso, presentarse decente sin la ropa de trabajo ni la tensión. 
Llegó el dia, se vistió y se arregló para la ocasión, y aunque Saúl la piropeo nada más verla, ella se sintió sumamente ridícula, ¿Que pensaba que haría allí? Afortunadamente, aquello no transcendio más y sólo se quedó como un recuerdo más en la mente de María.
Los meses iban pasando, la amistad entre ellos iba creciendo, con ello la complicidad, los mimos, y el deseo de María de besarle. Pero nunca lo hizo. 
Y llegó un dia que nunca pensó que fuera la última vez que lo vería, casi ni lo recuerda, era como otro día más, después del trabajo, en la puerta, fumando un cigarro, y con esa sonrisa que a María le robaba ya el sueño. 
Y aunque no volvió a verlo, y el tiempo pase, Maria lo sigue recordando a diario, y lo echa de menos cada puñetero día que pasa. 





13 nov 2020

Ensuciarse

 No importa lo duros que seamos. El trauma siempre deja una cicatriz. Nos sigue a casa, cambia nuestras vidas. El trauma engaña a todos. Pero tal vez ese es el punto. Todo el dolor y el miedo y la mierda. Tal vez pasar por todo eso es lo que nos mantiene avanzando. Es lo que nos empuja. Tal vez tengamos que ensuciarnos un poco, antes de que podamos dar un paso adelante


10 nov 2020

Jazmines y Narcisos

María estaba haciendo deporte con su música puesta, y de pronto el viento trajo una flor hasta su cara. 

- ¡Un jazmín! -  Sonrió. Lo recogió y lo olió. Olía a pureza, a sentimientos bonitos e inocencia. 

Una bonita sensación le invadió. 

Jazmines y Narcisos... Y una frase: "¿Como la fábula de Eco y Narciso?" ¿Como sabía de esa fábula? Casi nadie la conocía, su abuela le contaba fábulas de todos los colores, se conocía muchas.

Era todo tan perfecto, que le daba pavor. Pero se sentía tan cómoda, tan ella. Era una sensación que no recordaba, como una conexión que fluye tranquilamente, sin prisas, pero continuamente.

Paz y calidez. Era lo que más necesitaba en ese momento de su vida, y todo ello es lo que sentía a cada palabra.

 

Y la escena de Big Fish en su cabeza: “- ¡Narcisos! – Son tus flores favoritas. – ¿Cómo has podido encontrar tantas? – He llamado a todas las floristerías de cinco estados, les dije que era la única manera de que mi esposa se casara conmigo."



7 nov 2020

 Me gustan los anocheceres, es de las pocas cosas que el ser humano no ha estropeado


4 nov 2020


 Por más que este mundo reviente

De odio miseria y maldades

Por más que rechinen vertebras y dientes

Y el castigo del dolor

No tenga edades

Por más que se digan verdades

Saberlas no sirve a la gente

Y entre tanto sufrimiento

Galopando pasa el tiempo

Con la muerte a toda prisa

Y para seguir viviendo

Hace falta una sonrisa

Hace falta la sonrisa descalza

La sonrisa contagiosa y caliente

La sonrisa que es como la esperanza

Y la sonrisa inocente

Sonrisa que es como la luz

Del faro de la humanidad

Sonrisa que en quien se fabrica

Su boca bonita

Abre de par en par

La sonrisa es un te quiero

Que da calambre en el alma

Y por poquito que valga

Ya vale más que el dinero

La sonrisa es la campana

Que anuncia pura la vida

Un amor a la medida

Y en los labios se derrama

Tu sonrisa no se va

Tu sonrisa no se va

Ni con las cuatro estaciones

Porque estalla al escuchar

Porque estalla al escuchar

De mi comparsa estas canciones

En el mundo donde

Tu sonrisa aguante

Todo sobra

Nada es importante

Y si la tengo delante

Ya no quiero otro dios

Que se apiade de mi

Ni otro verso más grande

Que hable de ti


22 sept 2020

A orillas del Darro

 Y mentalmente, vuelvo a verte casi a diario. Tus calles, tu ambiente, mis recuerdos, mis amores, mis dolores. 

Mi nunca jamás, donde crecí y aprendí demasiado sobre lo puta que puede ser la vida. 

Donde me perdí. Donde te encontré. 

Donde tus vistas hacen mella en mi corazón, hacia donde me llevan todos los caminos. 

Donde me enamoré, y donde se quedó parte de mi corazón. 

Donde siempre te recordaré. 

Donde nunca te besé. 

Donde siempre lo deseé. 


Donde me vienen recuerdos maravillosos, y donde duele recordarlo.
Y entre todo eso, pensativo, tú. 

21 sept 2020

Ni lo necesito, ni lo quiero.

 No necesito saberlo todo de ti. 

Tampoco quiero, creo que el saberlo absolutamente todo estropea parte de la magia. 

Hay veces que me gustaría desvelarte por completo, o desnudarte, ya no sé que verbo es el que quiero conjugar. 


Cuando miras a una persona, cuando la miras de verdad puedes ver el 50% de lo que es. Querer descubrir el resto es lo que estropea las cosas.