30 nov 2012

[...]

Aquel día fue especial para María.
No olvidaría aquella sonrisa.
Ni aquella mirada.
Ni esa voz.
Ni las frases que salían por su boca.
Ni aquellos pelos, rozándole los ojos.
Ni su tatuaje. Y por supuesto, nunca olvidaría su nombre.
Tampoco olvidaría la de veces que se había sentado en sus piernas, mientras intentaba cantar al ritmo que marcaba con la guitarra.
Ni aquel primer concierto...

Podrán pasar 15 años más...pero nunca te olvidaré.
Sigue siempre ahí, protegiéndome. Sigue a mi lado.
Te quiero.

No hay comentarios: