6 mar 2014

No me dejes

"Pero no me dejes solo". Aquellas cinco palabras aún retumbaban en mi cabeza.
¿Solo? Como iba a dejarlo solo si yo lo único que quería era estar a su lado?
Me entraron ganas de decirle mil cosas, de acercarme a el, de abrazarlo, besarlo y acariciarlo. Pero solo me quedé callada, con la cabeza gacha y con la cara roja como un tomate. Una sonrisa y un beso en el aire. Esa fue mi respuesta.
Raro fue que no me quedara hablado con el mil horas, pero así era nuestra relación. Un tira y afloja, aunque hacíamos ver que cada uno seguía con su vida como si nada pasara.
Pero aquella mañana, yo ya no podía mas. Necesitaba decirselo, y lo llamé.
Al par de horas, sonó el timbre de mi apartamento. Era Fran. Yo, a conciencia, me había puesto ropa discreta pero de lo mas sensual, esperando ver una reacción en sus ojos. Y así fue. Al abrir la puerta, sus ojos me recorrieron de arriba a abajo, sin perder el más mínimo detalle de mi anatomía. Yo solo pude fijarme en su sonrisa. Esa sonrisa que me había conquistado, su sonrisa pícara y sus labios que parecían gritar que alguien los besara.
-Sara...estás...preciosa! Estabas esperando a alguien y te he cortado el rollo, verdad?...- Fran reía mientras entraba firmemente en el apartamento.
-Si, esperaba a un chico,pero creo que era bastante mas guapo que tú.... Contestó ella.
No le dió tiempo a decir ninguna tontería más, Fran la cogió desprevenida y le dio el beso mas tierno de su vida, sin prisas, lleno de palabras sin sentido que sentía en mi cerebro explotar.

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