De intercambios nocturnos

Y después de unos días con niebla, parece que ésta empieza a disiparse.
Y lo que era mi cigarrillo de media noche, se está convirtiendo en mi reflexión de media noche. Aunque no es tan malo el intercambio como esperaba, hay veces que sólo necesitas que alguien confíe en ti, y confiar en una misma para conseguir lo que te propones.
Eso, y un gato de 7 kilos que no deja de frotarse conmigo.