5 jun 2017

Qué ganas de verte,
Darle carne y hueso a tus recuerdos, 
Dejar que seas mi verano y el abandono de las fechas especiales
 
Anhelando una explicación al porqué 
de mi cobardías.
Tus dedos turnándose impacientemente
Para golpear la puerta 
Al igual que para dañar el timbre,
Porque nunca toleras mi pésimo sentido de la empatía
Para escuchar tus canalladas
Incluso sé que en la mano izquierda traes margaritas
Y en la derecha quemaduras en los dedos 
Por tu falta de precisión a la hora de incendiar almas.
Tú, tumbado en el marco de la puerta

Lo sé todo cariño, hasta las veces que corres a mi
Cuando nuestra casa ya no existe.
Te escondes en el reflejo del espejo para decirte
“Joder, no la extraño”
Pero tus ojos te lo recuerdan una y otra vez 
“Vuelve para fracasar en grande”
Te pediría que me quisieras, que cruces todos los puentes
que nunca quisiste cruzar por otras
Pero es media noche y ahora solo nos quedan
Recoger los pedazos y hacer como si no pasara nada
Como si las palabras se ahogaran y no podemos rescatarlas
Como si todos los fracasos no valieron para llegar temprano a tus nudillos
Como si nunca los viernes pasaran
Como si ahora quisiera terminar y no sé cómo…

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