12 oct 2017

Salga el sol por Antequera


A aquel tiempo de luchas y fronteras se remonta la leyenda de la Peña de los Enamorados que recuerda el desatado amor entre una princesa árabe y un caballero cristiano. Las crónicas recuerdan que pocos años antes de la conquista de la ciudad un soldado del rey Fernando cayó preso en un pueblo próximo a la Antequera árabe. Hecho prisionero en las mazmorras de la alcazaba, una mañana recibió la visita de la hija del rey moro, una joven de belleza paralizadora conocida con el nombre de Tazgona que tras cruzar su mirada con el joven Tello cayó rendida por amor.
Desde ese día la princesa buscó toda suerte de excusas para bajar a diario a las mazmorras donde en compañía de su soldado urdieron juntos el modo de escapar no sólo de esa lúgubre cárcel sino de la ciudad. Tazgona y Tello eran conscientes de que pertenecían a reinos y culturas distintas, y que ni árabes ni cristianos verían jamás con buenos ojos su unión. Provistos con el amor como única arma, los jóvenes escaparon una mañana, pero pocos minutos después de la huida, al rey árabe llegó la noticia de la fuga.
El padre de la princesa Tazgona encabezó un batallón que trató de dar caza y muerte al soldado cristiano. La mala suerte quiso que ese mismo día las tropas cristianas asediaran Antequera, por lo que los dos amantes, acorralados e indefensos, decidieron subir hasta la cima de una afilada peña visible desde todos los caminos que conducen a la ciudad malagueña. En ella prefirieron arrojarse al vacío y despeñar sus cuerpos antes que separarse. Cogidos de las manos y ensangrentados, el rey árabe y el rey cristiano contemplaron a los amantes y angustiados decidieron declinar cualquier lucha para hacerse con el gobierno de la ciudad.

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